“Alrededor del mundo hay muchos líderes que sorprendentemente atribuyen su éxito a aquellos que creyeron en ellos cuando ellos no creían en sí mismos”.
Stephen R. Covey
La relación de un líder con su equipo es un factor determinante para el éxito. Para graficarlo más visualmente, veamos la fórmula R= C x M… esta fórmula nos indica que el rendimiento del individuo en su trabajo está directamente relacionado con sus competencias o, dicho de otra forma, con la mayor o menor capacidad para realizar el trabajo, potenciado (o disminuido) por su nivel de motivación.
Si bien los dos aspectos son importantes, ya que el líder responsable debe asegurar el máximo desarrollo de las competencias de cada integrante del equipo, lo que se logra, entre otras cosas mediante la formación, el seguimiento, el facultamiento, u otros sistemas de desarrollo, es en el aspecto motivacional.
Aclaremos lo siguiente en primer lugar: existen dos tipos de motivación para ilustrar este aspecto: La motivación intrínseca y la motivación extrínseca. La primera es aquella que surge del propio empleado, mientras que la extrínseca procede de su entorno.
Pero… ¿Cómo puede actuar un líder para trabajar esas dos palancas motivacionales?
Es imprescindible, tal y como reza el título de esta nota, el hecho de creer en las personas que conforman el equipo… Y para eso es necesario transmitirles expectativas positivas.
¿Recuerda el “Efecto Pygmalion”? Dicho efecto, también llamado la “Profecía auto-cumplida” nos dice que las expectativas que tenemos sobre las personas conforman nuestra actitud y comportamiento hacia ellas, y, de esa forma, ellas responden a cómo les tratamos.
Si un líder cree que un miembro de su equipo es una persona con potencial, que puede desarrollar perfectamente sus competencias, y que aportará valor al equipo, es probable que ese colaborador responda positivamente. Al contrario, si el líder piensa que un determinado colaborador es un inútil, que no se puede hacer nada con él, en definitiva, piensa que es un empleado ineficaz, ¿Cuál será la respuesta del colaborador? ¿Cuál será su comportamiento? ¿Cómo responderá a las expectativas de su líder? Seguramente mal, ¿verdad?
Los autores Marcus Buckingham y Curt Coffman, en su libro “Primero rompa todas las reglas” afirman que “el tiempo que un trabajador permanece en la empresa y su productividad, son dos factores que son determinados por la relación con su jefe inmediato”.
Algunos directivos tratan a sus colaboradores de tal manera que consiguen un desempeño superior de su parte, pero la mayoría de los líderes, sin querer, los tratan de manera tal, que reciben a cambio un menor desempeño del que podrían recibir.
En resumen, creer en el potencial de nuestros colaboradores es un factor determinante del éxito del equipo.
Esta es en gran medida la forma en que uno se compromete con su trabajo, de manera que se despierte su talento y lo mejor que hay en él, y haga que se encienda su pasión.
Para terminar, recordemos la frase de Jack Welch (Ex Ceo de General Electric) que dijo lo siguiente:
“Si hay algo por lo que me gustaría ser recordado, es porque ayudé a la gente, a comprender que el liderazgo es ayudar a otros a tener éxito y crecer juntos, porque el liderazgo no es acerca de ti, es acerca de ellos”.
¿Usted cree en su equipo? Si la respuesta es “Si”, adelante hacia el éxito… Si la respuesta es “No”, ahora usted ya sabe las consecuencias.
Técnico Superior en Administración de Empresas. Actualmente se desempeña como Gerente de Recursos Humanos y Apoderado de JBG Corp S.A. y Áreas Privadas S.A. empresas propietarias de Johnny B. Good. Profesor en Aprender en Red de Atención al Público y Trabajo en Equipo. Hincha del Club Atlético Belgrano. Fanático de la música, guitarrista.